La absolución de los trece acusados por la desaparición de Marita Verón revela hasta qué punto la Justiciaargentina está divorciada de la población y sus necesidades. ¿No será hora ya de implementar los jurados populares previstos en la Constitución Nacional, reformada en 1994?
Del Blog de Reynaldo Sietecase
Impartir justicia es darle a cada quien como cada quien se merece. Y aquí los tres jueces de la Cámara Penal de Tucumán hicieron todo lo contario. Los sospechosos de delitos aberrantes obtuvieron -por el llamado “beneficio de la duda”, la falta de pruebas sustanciales que pudiesen corroborar las denuncias y una defectuosa investigación- la posibilidad de escapar al castigo.
La señal hacia la sociedad es terrible. Para los organizadores del negocio de la trata de personas el fallo será un aliciente. Para los que combaten el negocio de la prostitución y la violencia contra las mujeres es un cachetazo difícil de asimilar. La indignación por el fallo atraviesa la República.
Una imagen vale más que muchas palabras. Una de las chicas que se prostituía en un lugar dónde vieron a Marita Verón se presentó como testigo. Al momento de declarar ante un juez se rehusó. Cuando le preguntaron por qué, señaló: “ese señor era mi cliente”. La cadena de complicidad de la trata tiene muchoseslabones y, algunos de ellos son los encargados de investigarla.
Susana Trimarco, quien hace diez años que intenta establecer qué pasó con su hija, se quedó sin nada. Diez años sin respuestas es mucho para cualquiera. Sin embargo, para alivio de todos, Susana dijo queseguirá luchando, su ejemplo es una luz en la tragedia. También lo hará Micaela, su nieta. Ya rescataron a un centenar de mujeres obligadas a ejercer la prostitución. En algunos casos, en situación de semi esclavitud. Un centenar de potenciales Maritas.
¿Hasta cuándo las víctimas o los familiares de las víctimas tendrán que hacerse cargo de la investigaciónde los delitos cometidos contra ellos o sus familiares? ¿Por qué en democracia se reitera ese karma que sufrieron los parientes de los desaparecidos durante la dictadura? ¿Por qué el Estado no cuenta conherramientas eficaces para evitarles tanto esfuerzo y dolor?
Trata de personas hay en muchos sitios del mundo. También crímenes del narcotráfico, atentados y secuestros. Lo que diferencia a nuestro país de otros Estados es la impunidad. En Argentina el problema no es el delito sino la impunidad.
Impartir justicia es darle a cada quien como cada quien se merece. Y aquí los tres jueces de la Cámara Penal de Tucumán hicieron todo lo contario. Los sospechosos de delitos aberrantes obtuvieron -por el llamado “beneficio de la duda”, la falta de pruebas sustanciales que pudiesen corroborar las denuncias y una defectuosa investigación- la posibilidad de escapar al castigo.
La señal hacia la sociedad es terrible. Para los organizadores del negocio de la trata de personas el fallo será un aliciente. Para los que combaten el negocio de la prostitución y la violencia contra las mujeres es un cachetazo difícil de asimilar. La indignación por el fallo atraviesa la República.
Una imagen vale más que muchas palabras. Una de las chicas que se prostituía en un lugar dónde vieron a Marita Verón se presentó como testigo. Al momento de declarar ante un juez se rehusó. Cuando le preguntaron por qué, señaló: “ese señor era mi cliente”. La cadena de complicidad de la trata tiene muchoseslabones y, algunos de ellos son los encargados de investigarla.
Susana Trimarco, quien hace diez años que intenta establecer qué pasó con su hija, se quedó sin nada. Diez años sin respuestas es mucho para cualquiera. Sin embargo, para alivio de todos, Susana dijo queseguirá luchando, su ejemplo es una luz en la tragedia. También lo hará Micaela, su nieta. Ya rescataron a un centenar de mujeres obligadas a ejercer la prostitución. En algunos casos, en situación de semi esclavitud. Un centenar de potenciales Maritas.
¿Hasta cuándo las víctimas o los familiares de las víctimas tendrán que hacerse cargo de la investigaciónde los delitos cometidos contra ellos o sus familiares? ¿Por qué en democracia se reitera ese karma que sufrieron los parientes de los desaparecidos durante la dictadura? ¿Por qué el Estado no cuenta conherramientas eficaces para evitarles tanto esfuerzo y dolor?
Trata de personas hay en muchos sitios del mundo. También crímenes del narcotráfico, atentados y secuestros. Lo que diferencia a nuestro país de otros Estados es la impunidad. En Argentina el problema no es el delito sino la impunidad.
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