José Manuel De La Sota, Roberto Lavagna, Francisco De Narváez conforman la delantera goleadora que imaginan en el peronismo federal, disidente o anti k para las elecciones de octubre. El Gran DT es Hugo Moyano.
Su alta imagen negativa lo deja sin chances de encabezar una lista que pretenda tener oportunidades electorales. No será candidato aunque el próximo 7 de mayo presente su partido Por la Cultura, la Educación y el Trabajo. No será candidato, se reserva para sí el rol de arquitecto del “peronismo de Perón” como le gusta decir.
En el kirchnerismo hablaron de foto en blanco y negro y los tildaron de representar al “peronismo de derecha”. Los que desprecian al líder camionero utilizan una imagen: “Hugo maneja la ambulancia y levanta a todos los heridos que dejó el kirchnerismo”. En algo coinciden propios y extraños: los magullados son muchos. El vehículo se llenara rápido.
Moyano apura a Sergio Massa quien, a su vez, no quiere anticipar ninguna definición. La entente peronista no tiene la misma potencia si logra sumar al intendente de Tigre. Ya descartaron la idea de fichar a Daniel Scioli. El ex motonauta cotiza como si fuese Messi para la política bonaerense. Pero a pesar delhostigamiento al que lo somete el gobierno de Cristina Kirchner, no cambiará de escudería. Por lo menos no lo hará este año.
La historia del gobernador bonaerense tiene el signo de la lealtad. Estuvo con Carlos Menem, con Eduardo Duhalde y con Néstor Kirchner hasta el final. Lo mismo ocurrió hasta ahora con Cristina. A pocas horas de la muerte del ex presidente, cuando todos especulaban con un cambio de bando, Scioli señaló: “voy a estar dónde la presidenta quiera que esté”. Sin embargo, un sector del kirchnerismo trabaja tan intensamente como Moyano para que se produzca una ruptura. No sólo hay opositores que quieren que al gobierno la vayamal, también hay oficialistas que hacen la misma apuesta. La presidenta se juega más que un puñado de legisladores en octubre próximo. Buenos Aires es el único distrito importante en el que el Frente para la Victoria tiene posibilidades de triunfo.
Mauricio Macri imaginaba quedarse con parte de ese paquete peronista. No será tan fácil. Desde el Pro criticaron la foto del 1 de Mayo en Córdoba. Roberto Lavagna contestó con dureza: “Puedo entender que esta foto no haya gustado, a mí no me gustaron las fotos del Borda, pero no hice ningún escándalo por eso”. Igual dejó abierta la puerta a algún entendimiento con Macri en la CABA.
Algo está claro. Los equipos se van perfilando. Habrá una opción peronista, probablemente encabezada en Buenos Aires por De Narvaéz y Lavagna, quizá en alianza con el PRO; una alianza de radicales y socialistas en todo el país y el Frente para la Victoria, que todavía no cuenta con candidatos atractivos y opciones con menos expectativas por izquierda y derecha. Más allá de los ruidos de la calle, los reclamos y las adhesiones, será de las urnas donde surgirá el nuevo mapa del poder en la Argentina.
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