Luego de que la Federación de Almaceneros y Autoservicistas Bonaerense cuestionara el proyecto de la Secretaría de Comercio Interior de la Nación para implementar una tarjeta de crédito única en hipermercados, las Cámaras de Comercio de Haedo y Castelar difundieron un comunicado de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa que dice:
“La iniciativa del gobierno (nacional) de lanzar una tarjeta de crédito ‘excluyente’ para utilizar en supermercados abre el debate sobre el abuso que hacen los bancos en sus políticas de financiamiento al consumo”.
Según CAME, “sólo por intereses cobrados en Tarjetas de Crédito, en 2012 los bancos obtuvieron $8.300 millones. A eso se suman casi $13.000 millones de comisiones, renovaciones de tarjetas y otros aspectos vinculados al uso del plástico”.
Según datos oficiales, en 2012 los bancos obtuvieron $ 21.200 millones por esos cobros, de los cuales $ 8.300 millones fueron ingresos por intereses y otros $12.900 millones ingresos por comisiones, reemisiones de tarjetas, renovaciones y otros conceptos vinculados a ese financiamiento, puntualizó CAME, con respaldo de las Cámaras de Haedo y Castelar.
“La cifra es exagerada y se explica por los altos costos que tiene el financiamiento bancario en la Argentina. No sólo por las tasas de interés que cobran las tarjetas que, según el Banco Central, pro-median el 35% anual sino por los costos financieros asociados que superan fácilmente el 60% anual en cualquier banco. El impacto de semejantes costos se siente de lleno en el poder adquisitivo de las familias que mes a mes transfieren recursos millonarios a los bancos, en los costos de las empresas que pagan comisiones de hasta 3% por operar con tarjetas, cuando en otros países del mundo esa tasa no supera al 1%, y en los precios finales de la economía, que se ven incrementados por costos bancarios que son inviables”, concluyó CAME.
Según CAME, “sólo por intereses cobrados en Tarjetas de Crédito, en 2012 los bancos obtuvieron $8.300 millones. A eso se suman casi $13.000 millones de comisiones, renovaciones de tarjetas y otros aspectos vinculados al uso del plástico”.
Según datos oficiales, en 2012 los bancos obtuvieron $ 21.200 millones por esos cobros, de los cuales $ 8.300 millones fueron ingresos por intereses y otros $12.900 millones ingresos por comisiones, reemisiones de tarjetas, renovaciones y otros conceptos vinculados a ese financiamiento, puntualizó CAME, con respaldo de las Cámaras de Haedo y Castelar.
“La cifra es exagerada y se explica por los altos costos que tiene el financiamiento bancario en la Argentina. No sólo por las tasas de interés que cobran las tarjetas que, según el Banco Central, pro-median el 35% anual sino por los costos financieros asociados que superan fácilmente el 60% anual en cualquier banco. El impacto de semejantes costos se siente de lleno en el poder adquisitivo de las familias que mes a mes transfieren recursos millonarios a los bancos, en los costos de las empresas que pagan comisiones de hasta 3% por operar con tarjetas, cuando en otros países del mundo esa tasa no supera al 1%, y en los precios finales de la economía, que se ven incrementados por costos bancarios que son inviables”, concluyó CAME.
Fuente: Periódico Anticipos
0 comentarios :
Publicar un comentario