Los intentos por justificar la manipulación de datos caen en abstracto. Algunos fervientes defensores del gobierno que encabeza Cristina Fernández, restan importancia a la intervención y sus consecuencias aduciendo que sólo son números.
Lo que no se dice es que los precios de los productos que conforman la canasta básica de alimentos y la canasta básica total, determinan también los índices de indigencia y de pobreza, respectivamente. Mintiendo con los valores de los productos, se niega a millones de personas que se encuentran en la pobreza o la indigencia, y que para el Estado –de acuerdo a su Instituto Nacional de Estadística y Censos- no existen. Son estos índices los que deben determinar las políticas públicas sociales tendientes a la inclusión y la igualdad de oportunidades. Claramente, esos millones de argentinos y argentinas, están en apuros.
Frente a la intervención del Indec y los continuos datos que se esgrimen alejados de la realidad, se creó el Índice Barrial de Precios, que desde hace un año se viene desarrollando en el conurbano bonaerense y se han ido sumando las provincias de Córdoba, Chaco, Tucumán y Mendoza. A cargo de su elaboración está el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (Isepci), en conjunto con el Centro de Participativas en Políticas Económicas y Sociales (Cippes), en convenio con la Universidad Nacional de Río Cuarto. "Ninguna de las alternativas que aparecen en el terreno técnico de las estadística de medición de precios, ofrece la credibilidad y la transparencia en la metodología que proporcionan nuestros índices", aseveró Isaac Rudnik, director del Isepci.
La variación anual de julio 2011-julio 2012, según el Índice Barrial de Precios da un 33,42 por ciento de aumento de precios. Para el Indec, sólo fue de 14,09 por ciento.
"Se miden los precios más bajos y, aun así, nos da el doble de lo que marca el Indec. Si nosotros vamos a hacer un análisis económico en base a determinados datos, necesitamos que sean fidedignos, porque si no, vamos a errar en las políticas públicas que se vayan a tomar", cuestionó Rudnik, quien sostuvo que "la falsificación en la información que se publica tiene como único objetivo el ocultamiento de la pobreza, que aún al día de hoy sigue en niveles cercanos al 30 por ciento".
Fuente: http://www.isepci.org.ar
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