Escrito por Enrique Mario Martinez
Que dijo la Presidenta sobre la industria el 1 de marzo de 2012:
. En el período 2004/11 la productividad industrial creció 46.1%, la ocupación un 34.6% y el volumen físico, por lo tanto, 104%.
. Aumentaron sectores de alta, media y baja tecnología.
. La industria del software creció enormemente.
. La industria de Tierra del Fuego sustituyó importaciones por 10000 Millones dólares y ocupó 6300 trabajadores.
. El mayor crecimiento se dio máquinas y aparatos electrónicos; aparatos de radio, TV, comunicación e instrumentos médicos.
. Se pasó de 80 a 300 parques industriales.
. Se batieron récords de producción de automóviles y de electrodomésticos.
. Se bajó el trabajo sin aportes al 34%
Qué no dijo la Presidenta sobre industria:
.La participación de las corporaciones multinacionales, que supera el 50% en cualquier corte que se haga entre las más grandes empresas.
. La oligopolización de casi cualquier sector de producción de bienes finales, que deja en manos de un muy pequeño grupo de empresas la fijación de precios.
. La continuidad de la concentración espacial, que sigue dejando sin industria a buena parte de las provincias argentinas.
. El riesgo de la instalación de plantas de ensamblado como base de la industria electrónica, una de las más dinámicas del mundo, que bloquea así los posibles desarrollo nacionales.
. La extensión del concepto de ensamblar solamente a las motocicletas, tractores y cosechadoras.
. La compleja dependencia de la industria automotriz respecto de decisiones que toman las cabeceras regionales de las corporaciones, que están en Brasil.
. La necesidad de pensar y promover con énfasis la industria de alimentos a escala local para eliminar la dependencia de amplias regiones respecto de alimentos producidos a centenares de kilómetros, que podrían ser provistos desde el lugar.
. La necesidad de construir una base nacional poderosa de producción de bienes para la industria ferroviaria, la industria de la energía en todas sus formas, el transporte marítimo y aéreo y la actividad minera.
. Finalmente, que la industria hoy se analiza en términos de dominancia de la cadena de valor y los países exitosos son aquellos que controlan la mayor proporción de la plusvalía de la cadena. Aplicar este análisis replantearía toda la industria del ensamblado, el software y por supuesto el sector automotriz.
No cabe duda que el equipo asesor en materia de industria confia cabalmente en el manejo de cifras globales y no considera necesario discutir si alguno de los temas no mencionados por la Presidenta representa un problema presente o futuro. Basta leer el llamado Plan Industrial 2020 para advertir que no hay allí una conceptualización marco de la industria argentina, sino simplemente la fijación de metas cuantitativas para 11 sectores, que no incluyen insumos básicos generalizados como la siderurgia o los recién mencionados sectores para la infraestructura ferroviaria o energética o todos los demás. No existe algo que podría llamarse plan estratégico industrial y es imperioso que se cuente con el.
La recurrente referencia a la actividad automotriz o al ensamblado electrónico en Tierra del Fuego o al software deja fuera sistemáticamente a todo el resto de la actividad productiva, a la cual ordena el mercado, se la apoya con créditos baratos y se la protege de la competencia externa con medidas para arancelarias. Esa batería de acciones en el mejor de los casos apuntala a los que ya están, pero nada puede conseguir para corregir los desequilibrios regionales, integrar verticalmente las cadenas de valor o disminuir la enorme influencia de las corporaciones multinacionales en el país.
Que dijo la Presidenta sobre la industria el 1 de marzo de 2012:
. En el período 2004/11 la productividad industrial creció 46.1%, la ocupación un 34.6% y el volumen físico, por lo tanto, 104%.
. Aumentaron sectores de alta, media y baja tecnología.
. La industria del software creció enormemente.
. La industria de Tierra del Fuego sustituyó importaciones por 10000 Millones dólares y ocupó 6300 trabajadores.
. El mayor crecimiento se dio máquinas y aparatos electrónicos; aparatos de radio, TV, comunicación e instrumentos médicos.
. Se pasó de 80 a 300 parques industriales.
. Se batieron récords de producción de automóviles y de electrodomésticos.
. Se bajó el trabajo sin aportes al 34%
Qué no dijo la Presidenta sobre industria:
.La participación de las corporaciones multinacionales, que supera el 50% en cualquier corte que se haga entre las más grandes empresas.
. La oligopolización de casi cualquier sector de producción de bienes finales, que deja en manos de un muy pequeño grupo de empresas la fijación de precios.
. La continuidad de la concentración espacial, que sigue dejando sin industria a buena parte de las provincias argentinas.
. El riesgo de la instalación de plantas de ensamblado como base de la industria electrónica, una de las más dinámicas del mundo, que bloquea así los posibles desarrollo nacionales.
. La extensión del concepto de ensamblar solamente a las motocicletas, tractores y cosechadoras.
. La compleja dependencia de la industria automotriz respecto de decisiones que toman las cabeceras regionales de las corporaciones, que están en Brasil.
. La necesidad de pensar y promover con énfasis la industria de alimentos a escala local para eliminar la dependencia de amplias regiones respecto de alimentos producidos a centenares de kilómetros, que podrían ser provistos desde el lugar.
. La necesidad de construir una base nacional poderosa de producción de bienes para la industria ferroviaria, la industria de la energía en todas sus formas, el transporte marítimo y aéreo y la actividad minera.
. Finalmente, que la industria hoy se analiza en términos de dominancia de la cadena de valor y los países exitosos son aquellos que controlan la mayor proporción de la plusvalía de la cadena. Aplicar este análisis replantearía toda la industria del ensamblado, el software y por supuesto el sector automotriz.
No cabe duda que el equipo asesor en materia de industria confia cabalmente en el manejo de cifras globales y no considera necesario discutir si alguno de los temas no mencionados por la Presidenta representa un problema presente o futuro. Basta leer el llamado Plan Industrial 2020 para advertir que no hay allí una conceptualización marco de la industria argentina, sino simplemente la fijación de metas cuantitativas para 11 sectores, que no incluyen insumos básicos generalizados como la siderurgia o los recién mencionados sectores para la infraestructura ferroviaria o energética o todos los demás. No existe algo que podría llamarse plan estratégico industrial y es imperioso que se cuente con el.
La recurrente referencia a la actividad automotriz o al ensamblado electrónico en Tierra del Fuego o al software deja fuera sistemáticamente a todo el resto de la actividad productiva, a la cual ordena el mercado, se la apoya con créditos baratos y se la protege de la competencia externa con medidas para arancelarias. Esa batería de acciones en el mejor de los casos apuntala a los que ya están, pero nada puede conseguir para corregir los desequilibrios regionales, integrar verticalmente las cadenas de valor o disminuir la enorme influencia de las corporaciones multinacionales en el país.
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