Mi maestra de cuarto grado se llamaba Graciela. Era famosa en el colegio porque su delantal tenía una blancuraincomparable. En el tumulto del recreo era fácil detectar su presencia, la señorita Graciela brillaba.
por Reynaldo Sietecase
No sé cuál era su secreto. Con la misma nitidez recuerdo el día en que me llamó al frente del aula para resolver un problema dematemáticas y descubrí en su impoluto atuendo una pequeña manchita de tinta. Era casi imperceptible.
Posiblemente de la tinta roja de su lapicera 303. Ésa que usaba para escribir en el margen superior de las hojas: “Muy bien, te felicito”. Recuerdo que la manchita me desconcentró. No podía dejar de mirarla. Ese día, mientras dudaba junto al pizarrón, descubrí que en un delantal blanco cualquier manchita se nota mucho más.
El gobierno nacional hizo de la defensa de los Derechos Humanos una de sus principales banderas. Impulsó la nulidad de las llamadas leyes del Perdón y alentó los juicios a los represores. También cobijó a las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo y reivindicó sus principales reclamos.
Se cambió la política hacia las Fuerzas Armadas y policiales modificando planes de estudio en las carreras de formación. No faltaron los fuertes gestos simbólicos. Se recuperó la ESMA, el mayor centro clandestino de detención y el presidente Néstor Kirchner bajó los cuadros de los dictadores Jorge Videla y Reynaldo Bignone del Colegio Militar. Claro, también estuvo eldescontrol con los fondos públicos que fueron a la Fundación Sueños Compartidos.
Se puede afirmar que el kirchnerismo, a pesar del escaso interés que le prestó al tema cuando gobernó Santa Cruz, asumió la agenda de los derechos humanos como sólo lo había hecho Raúl Alfonsín en el retorno a lademocracia. Por esa razón la designación del general César Milani al frente del Ejército genera tanto malestar ypolémica. En un delantal blanco una mancha, por pequeña que sea, se nota mucho más. Sólo unainvestigación seria y rigurosa sobre el pasado del militar podrá despejar las dudas.
No importa si el énfasis de las denuncias está enmarcado en la explícita adhesión del militar al proyecto oficial. No importa que los que cuestionan ahora al Jefe del Ejército sean los mismos que durante años impugnaron losjuicios a los represores. No importa que el sector de la prensa que ahora se rasga las vestiduras por la designación de Milani sea el mismo que dijo estar “podrido de los derechos humanos”.
No importa que los opositores que piden revisar la designación no lo hagan por convicción sino como una buena oportunidad para poder cargar contra el gobierno. Si el General Milani participó de acciones ilegales durante la dictadura militar (existen dos denuncias graves ) o no puede explicar el incremento de su patrimonio, la presidenta de la Nación tiene la obligación ética de quitar la mancha del delantal.
Se puede afirmar que el kirchnerismo, a pesar del escaso interés que le prestó al tema cuando gobernó Santa Cruz, asumió la agenda de los derechos humanos como sólo lo había hecho Raúl Alfonsín en el retorno a lademocracia. Por esa razón la designación del general César Milani al frente del Ejército genera tanto malestar ypolémica. En un delantal blanco una mancha, por pequeña que sea, se nota mucho más. Sólo unainvestigación seria y rigurosa sobre el pasado del militar podrá despejar las dudas.
No importa si el énfasis de las denuncias está enmarcado en la explícita adhesión del militar al proyecto oficial. No importa que los que cuestionan ahora al Jefe del Ejército sean los mismos que durante años impugnaron losjuicios a los represores. No importa que el sector de la prensa que ahora se rasga las vestiduras por la designación de Milani sea el mismo que dijo estar “podrido de los derechos humanos”.
No importa que los opositores que piden revisar la designación no lo hagan por convicción sino como una buena oportunidad para poder cargar contra el gobierno. Si el General Milani participó de acciones ilegales durante la dictadura militar (existen dos denuncias graves ) o no puede explicar el incremento de su patrimonio, la presidenta de la Nación tiene la obligación ética de quitar la mancha del delantal.
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