Cuatro millones y medio de alumnos no tienen clases en la provincia de Buenos Aires en todos los niveles: primario, secundario y hasta jardín de infantes. Tampoco hay clases en Chaco, Neuquén y Santa Fe. ¿Le interesa a alguien cambiar este panorama de aulas vacías? ¿Por qué el tema no aparece ni siquiera en laagenda de la oposición?
por Reynaldo Sietecase
En el caso de Buenos Aires, el distrito más grande del país con 330 mil maestros y 65 mil auxiliares, la situación está en una suerte de callejón sin salida. Un tercio del presupuesto se lo lleva Educación. Las autoridades ofrecieron un aumento del 17,8 por ciento mientras la paritaria nacional –que también fue objetada por los sindicatos nacionales– fijó un piso del 22. Los gremios piden cerca del 30.Los funcionarios de Daniel Scioli dicen que desde 2007 reciben ayuda nacional para cumplir con la paritaria y que esta vez nadie los atiende. Reclaman colaboración por la cantidad de puntos que perdió la provincia en la distribución de coparticipación y por el congelamiento del fondo del conurbano. En el gobierno nacionalapuntan al gobernador: hablan de mala administración de los recursos y falta de osadía para conseguir fondos extras, por ejemplo, vía mayor presión fiscal a “sectores con alta capacidad contributiva”.
El tironeo tiene como telón de fondo las aspiraciones de Daniel Scioli a la presidencia en 2015. El kirchnerismo mantiene con el ex motonauta una relación de estricta necesidad. Y, como lo definió el maestro Mario Trejo, la necesidad no reconoce moral.
Por un lado, escenas de peronismo explícito. El kirchnerismo y Scioli disputan una guerra que no repara en los daños colaterales. Y por otro, una oposición que parece no tener en su agenda la debacle educativa. La conclusión es previsible: cada vez más familias eligen mandar a sus hijos a colegios privados. Allí, más allá del declamado paro de SADOP, hay clases. Para muchos padres, esto es lo único importante. Los más afectados son los chicos de menores recursos.
Es la paradoja más triste de la Argentina del crecimiento. En el país que triplicó su presupuesto educativo, en donde se reparten más compus y más libros, en donde se hicieron más escuelas, la educación pública cada vez es de peor calidad. ¿Alguien se hará cargo?
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