Clarín publicó una columna donde se compara los cambios en el gobierno de Cristina Fernández con el de Mao Ze Dong. Los contenidos de la nota son
ENGAÑOSOS e INSOSTENIBLES.
En su edición del jueves, el matutino Clarín publica una columna firmada por Walter Curia donde se afirma que "los cambios en el gobierno de Cristina Kirchner se parecen a la Revolución Cultural emprendida por Mao a finales de los '60". Tal afirmación y en general el contenido de la nota no pueden menos que ser calificados de
En su edición del jueves, el matutino Clarín publica una columna firmada por Walter Curia donde se afirma que "los cambios en el gobierno de Cristina Kirchner se parecen a la Revolución Cultural emprendida por Mao a finales de los '60". Tal afirmación y en general el contenido de la nota no pueden menos que ser calificados de
ENGAÑOSOS e INSOSTENIBLES.
Mao Ze Dong inicia en 1966 la llamada "Gran Revolución Cultural Proletaria" como respuesta a sus temores de que el Partido Comunista (PC) chino se estuviera volviendo demasiado burocrático y que los funcionarios del partido y del gobierno estaban abandonando su compromiso con los valores del comunismo y la revolución.
Mao Ze Dong inicia en 1966 la llamada "Gran Revolución Cultural Proletaria" como respuesta a sus temores de que el Partido Comunista (PC) chino se estuviera volviendo demasiado burocrático y que los funcionarios del partido y del gobierno estaban abandonando su compromiso con los valores del comunismo y la revolución.
A partir de allí, se comienza una campaña de radicalización conducida básicamente por su mujer Jiang Qing. El resultado fue, entre otros, la disolución de la autoridad civil, con lo cual grupos locales quedaron liberados para actuar de acuerdo a sus propias definiciones y decisiones, atacando en forma violenta a sus propias comunidades, y desatando una persecución sangrienta que sólo terminaría definitivamente diez años después.
En 1967, se instruyó a los Guardias Rojos a tratar la Revolución cultural como una lucha de clases en la cual se debería atacar todo lo que no fuera considerado "acorde con el sistema socialista". Funcionarios que habían participado de la Larga Marcha encabezada por el PC en la década de los '30 y muchos compañeros de armas del propio Mao, fueron humillados, perseguidos encarcelados y llevados al suicidio. La misma suerte corrieron intelectuales, maestros y profesores, miles de los cuales fueron encarcelados en condiciones terribles, y millones de personas fueron enviadas a trabajar en regiones remotas para ser "reeducados" por los campesinos. En el proceso fueron destruidos también preciosos tesoros artísticos y arquitectónicos del pasado chino. El terror se adueñó de millones de chinos.
En 1967, se instruyó a los Guardias Rojos a tratar la Revolución cultural como una lucha de clases en la cual se debería atacar todo lo que no fuera considerado "acorde con el sistema socialista". Funcionarios que habían participado de la Larga Marcha encabezada por el PC en la década de los '30 y muchos compañeros de armas del propio Mao, fueron humillados, perseguidos encarcelados y llevados al suicidio. La misma suerte corrieron intelectuales, maestros y profesores, miles de los cuales fueron encarcelados en condiciones terribles, y millones de personas fueron enviadas a trabajar en regiones remotas para ser "reeducados" por los campesinos. En el proceso fueron destruidos también preciosos tesoros artísticos y arquitectónicos del pasado chino. El terror se adueñó de millones de chinos.
El país se paralizó por una década y probablemente perdió treinta años de avance técnico además de las pérdidas materiales y humanas.
Comparar las políticas y conductas -erradas o no- de un gobierno elegido democráticamente en un país cuyas instituciones aún con defectos funcionan, con esos hechos, parece revelar, por lo menos, gruesos desconocimientos históricos.
Fuente: Chequeado.com
Comparar las políticas y conductas -erradas o no- de un gobierno elegido democráticamente en un país cuyas instituciones aún con defectos funcionan, con esos hechos, parece revelar, por lo menos, gruesos desconocimientos históricos.
Fuente: Chequeado.com
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