"Ser hijo de desaparecidos no te da impunidad"

Fuente: La Nación
Entrevista con Victoria Donda
Frontal, punzante, la flamante diputada por el Frente Amplio Progresista no cree necesaria la ley antiterrorista, señala que el Gobierno "hace mal en recortar el concepto de derechos humanos" y cuestiona las convicciones políticas de los jóvenes de La Cámpora: "Mis padres no fueron a pedirle un cargo al Gobierno para vivir mejor"
No me parece que el modelo del kirchnerismo sea de desarrollo nacional ni mucho menos progresista. Por el contrario, me parece que éste es un modelo de muerte", afirma, filosa, Victoria Donda, la diputada del Frente Amplio Progresista (FAP), quien durante la ceremonia de jura de los nuevos legisladores protagonizó un violento cruce con los jóvenes de La Cámpora, que la insultaron en pleno evento a raíz del vestido escotado que usó para la ocasión. 
La pelea que siguió anudó cuestiones políticas, personales y de género, pero, más allá de ese hecho, la pelea de fondo parece girar, según Donda, en torno a los valores de la renovación política y su representación.
"Renovar la política no es poner gente joven, sino que empiecen a circular ideas que, hasta ahora, no han sido las más extendidas. Es practicar conductas que, hasta el momento, han brillado por su ausencia, como, por ejemplo, no ser corruptos. Cuando ellos me gritan "trola" o, peor, "Rodra", el nombre de mi ex novio, sólo demuestran hasta qué punto reproducen las viejas estructuras, colocando a la mujer en un lugar de objeto o de sujeto, con poca voz o con ninguna en el mundo público. ¿Hay algo más tradicional que eso?"
La polémica sumó un ingrediente más cuando el director de la revista Barcelona y su flamante pareja, Pablo Marchetti, se trenzó públicamente con otros representantes del mundo K para defender a su novia: "Pablo no es kirchnerista, y no cambió su mirada por mí como dicen muchos: eso sería subestimarlo", dice Donda.
El protector de pantalla de su PC, en su oficina del Congreso, muestra una imagen reciente, tomada en el casamiento de Carla, su hermana de crianza. El militar que se apropió de ambas niñas, hijas de diferentes padres biológicos, es Juan Antonio Azic, alias "Piraña", un ex prefecto que, en octubre pasado, fue condenado en la megacausa de la ESMA, junto con Alfredo Astiz, Jorge "el Tigre" Acosta y el tío de Victoria, el ex capitán de fragata Adolfo Donda Tigel.
Hermano del padre desaparecido, el marino crió a su hermana biológica, Eva, activa en la vereda opuesta a la de Victoria: defiende la actuación de los militares durante la dictadura.
Su vida tiene todos los ingredientes de una película de Campanella. "Hace mucho que le vienen ofreciendo a Vicky hacer una película con su historia, pero todavía no se decide", anuncia su vocero durante la entrevista con LA NACION. Ella, mientras, se seguirá desmarcando de los jóvenes hijos de desaparecidos, que integran la juventud K, a la que perteneció hasta 2008. "Ser hijo de desaparecidos no te da impunidad ni inmunidad para hacer cualquier cosa, ni mucho menos para llegar a un lugar para el que uno no está capacitado."
Nacida en la ESMA en 1977, Donda descree de muchas de las medidas que el Gobierno promueve en nombre de los derechos humanos. No cree, por ejemplo, que la recientemente sancionada ley de Papel Prensa se vincule con los derechos humanos. "El kirchnerismo mezcla las cosas, pero no tienen nada que ver."
-Tenés una historia comprometida de activismo en derechos humanos y, sin embargo, muchos te conocieron a partir del escándalo del escote. ¿Cómo te hace sentir eso?
-Me parece muy mal lo que hicieron La Cámpora y también los medios afines al Gobierno, cuando quisieron justificar lo injustificable. Pero lo bueno fue la discusión que se generó después, en torno al lugar que la cultura nos asigna a las mujeres. De ese modo, se puede ver mejor que programas como el de Tinelli reproducen violencia de género, tanto física como psicológica, porque nos ubican en el lugar de la discriminación y la burla. Parece que, en las imágenes reproducidas por la cultura, estamos para vender jabón en polvo y que nuestra máxima definición de frustración es que la ropa no nos quede totalmente blanca.
-¿Te sorprendió que saliera en tu defensa alguien como Alberto Fernández?
-Un poco sí. Me parece que estuvo bien. Aunque cualquier persona razonable lo hubiera hecho.
¿La Cámpora se defendió aclarando que te gritó "Rodra", y no "trola", pero ¿no es un poquito feudal, e incluso más machista, gritar el apodo de un ex novio?
-Por supuesto. Mirá, hay un video donde se escucha claramente que decían las dos cosas. Y para mí es bastante peor que me hayan gritado Rodra. Yo no creo que a la mayoría de las mujeres que trabajan en la prostitución les guste ese lugar. Están en una situación social que las lleva hacia ese oficio, que debe ser difícil de ejercer. Así que, para mí, que me hayan gritado trola no es un insulto, sino reflejo del nivel de agresividad que tenían. Ahora, que me griten el nombre de un ex novio, como si yo fuera o hubiera sido de su propiedad, bueno, eso es más machista todavía. Es como marcar el territorio. Además, es una cosa ridícula, de Clave de Sol, te diría.
-Los jóvenes K también te criticaron porque das entrevistas a medios como TN, que, según ellos dicen, luego te denigran.
-Quiero que me llamen de 6,7,8. ¿A qué opositor llaman los medios oficialistas? Voy a TN porque me invitan. Ahora le doy una nota a LA NACION, y si viniera Página 12, también se la daría.
¿Con tu historia pesonal y tu militancia, ¿le reconoces al kirchnerismo avances en la política de derechos humanos?
-Te diría que lo que el Gobierno hace mal es recortar el concepto de derechos humanos. Los genocidas hoy están presos porque, desde la dictadura hasta acá, hubo una sociedad que no dejó de pelear. Hubo una decisión política de este gobierno y eso no se puede discutir. Lo que está bien hecho hay que reconocerlo. Ahora, que yo haya recuperado mi identidad no se lo debo al kirchnerismo, sino a la lucha de las Abuelas, que existen desde el '77. Con todo el escándalo del escote pasó desapercibido que yo juré por Marita Verón y por Luciano Arruga, dos víctimas de la violación de los derechos humanos de hoy. Luciano tenía 16 años, y hace dos que está desaparecido: todo indica que fue secuestrado por la policía. Que maten a dos integrantes de la comunidad [indígena] Qom, en Formosa, y que no haya ningún detenido es una violación de los derechos humanos. Del tema de la trata de personas ni se habla. ¿Por qué? Porque mueve mucho dinero, pero básicamente porque es un delito que no puede configurarse sin la complicidad de una parte del Estado. Estamos a un año de la toma del parque Indoamericano: hubo dos asesinatos, no hay ningún responsable detenido y las soluciones que se le prometieron a la gente no aparecieron. No distribuir la riqueza en forma más justa y equitativa también es parte de una política de derechos humanos. En síntesis, hay deudas pendientes en esa materia que pertenecen a la agenda actual y que son muy graves.
-¿Qué te diferencia de otros nietos recuperados que adhieren al kirchnerismo? Pienso en aquel 24 marzo de 2004, en el acto de la ESMA en el que estaban vos y Juan Cabandié juntos, con el kirchnerismo. ¿Qué pasó para que ambos siguieran caminos opuestos?
-La revolución no se lleva en la sangre; no es genética. Creo que ser hijo de desaparecidos no te da impunidad, ni inmunidad para hacer cualquier cosa, ni para llegar a un lugar para el que uno no está capacitado. Cuando yo entré como diputada, muchos decían que había entrado porque era hija de desaparecidos. Pero la verdad es que yo empecé a militar a los 17 años, mucho antes de saber que era hija de desaparecidos y hoy soy abogada. Me esfuerzo mucho por estudiar, porque creo que uno tiene que aprender todos los días, y soy parte de una organización política. Me siento muy orgullosa de los padres que tuve. Siempre pienso cuánta diferencia que hay entre ellos y algunos jóvenes de ahora. Mi papá era un chico de clase media, que vivía en una linda casa en Ciudadela, y se fue a vivir a una villa con mi mamá porque militaban en el barrio, pudiendo haberse quedado cómodamente allí donde vivían. Mis padres no fueron a pedirle un cargo al gobierno para vivir mejor.
-En el velatorio de Iván Heyn, y más allá de las circunstancias confusas en torno a su muerte, algunos de quienes habían sido sus amigos afirmaban que el kirchnerismo produce jóvenes consumidores de poder. Chicos que son capaces de estar dos días sin dormir esperando una llamada por un cargo.
-Creo que dentro de La Cámpora hay dos niveles: bases jóvenes, que militan y que tienen buenas intenciones, y una cúpula con la que no coincido en nada. Hay jóvenes del oficialismo que te dicen que lo que hay actualmente es lo único posible. Creen que sin el PJ no se puede gobernar o que hay que ser corrupto para hacer política. Si estos muchachos, con el 54 por ciento de lo votos, lo primero que hacen es votar la ley antiterrorista, me parece que están caminando para el lado equivocado. Es la misma ley que, impulsada por Pinochet, mantuvo muchos años preso a un grupo muy grande de mapuches en Chile por defender sus tierras, pero que, sin embargo, no logró capturar a ningún terrorista internacional. En la Argentina no hace falta una ley antiterrorista, sino buscar seriamente a quienes cometieron los atentados contra la AMIA y la embajada [de Israel] y hacer justicia.
¿Cristina parece querer romper ahora con Moyano y ver al viejo PJ como un mal necesario, ¿podríamos suponer que ella es más principista que su marido?
-Si romper con Moyano es reemplazarlo por Gerardo Martínez, es más de lo mismo. Tener un sindicalismo democrático es reconocer la libertad sindical: ése sería un verdadero cambio en Cristina. Y en el conurbano han sido aliados de los barones del PJ, así que tampoco allí veo algo nuevo. Apoyaron a [Daniel] Scioli, no a [Martín] Sabbatella. Entonces, ¿dónde está la renovación? ¿Será hacer una conferencia de prensa con [Gildo] Insfrán después de la matanza de los Qom?
-¿De qué hablan un periodista kirchnerista con una diputada opositora?
-¿Vos leíste la segunda carta que le escribió Pablo a [Carlos] Barragán? (N. de R.: se trata de una carta que Marchetti envió al panelista del programa 6,7,8, en defensa de su novia). ¿Te parece kirchnerista esa carta? Yo no voy a decir si Pablo es o no kirchnerista; lo que puedo decir es que si estamos juntos, es porque coincidimos la mayoría de las veces. Desde distintos lugares, porque él nunca militó. Pablo es periodista y tiene una posición. Pensar que yo voy a ser menos crítica porque estoy con el director de Barcelona o que él cambió por mí, es subestimarlo.
¿Pero en estado de enamoramiento, que es como una alteración temporaria de la consciencia, pueden suceder esas mutaciones.
-Pero hacés otras cosas. Yo, por ejemplo, cocino... [risas]. Y él está usando chombas no escritas.
¿Y no te parece que fue más de lo mismo la tapa de Barcelona que tituló "Con las Dondas llenas"?
-Ah, no me gustó.
-¿Se lo dijiste?
-Sí, le dije. Pero el estilo de la revista es así.
-El Gobierno conecta el caso Papel Prensa con los derechos humanos, ¿qué pensás de esa ley?
-La ley de Papel Prensa no tiene nada que ver con los derechos humanos. Ellos son los que mezclan las cosas. Estoy de acuerdo con que se investigue el origen del traspaso de titularidad de las acciones de Papel Prensa, como también estoy de acuerdo en investigar el rol de los Blaquier durante la dictadura en Ledesma, ¿cómo es que se quedaron con todas esas tierras en Jujuy?
-¿Lo decís porque el kirchnerismo se alió con los Blaquier?
-Sí, claro.
-El argumento es que si los empresarios son "conducidos" hacia el proyecto nacional y popular, entonces son útiles.
-Pero, entonces, ¿también te olvidás de los delitos que cometieron? Yo creo que no y ellos parece que creen que sí. Necesitamos un empresariado inteligente, que entienda que la expansión del mercado interno beneficia a nuestras sociedades, yo comparto eso. Ahora, ¿Franco Macri es nacional y popular porque apoya al kirchnerismo? ¿Y [Jorge] Brito? A confesión de parte, relevo de pruebas. Brito diciendo que, en los dos últimos años, la economía que más ganó fueron los bancos y las entidades financieras, ¿dónde está el proyecto de industrialización? ¿En la quintuplicación de la superficie plantada de soja? Y no hay política para impulsar otro tipo de modelo agroexportador; tampoco apoyo para los pequeños y medianos productores. La plantación de pinos y eucaliptos para exportar madera, en Misiones y Corrientes, está terminando de arruinar esos suelos. Si tenés mucha plata en la Argentina, ponerte una mina a cielo abierto es el mejor negocio: no importa que mates mucha gente. La verdad, no me parece que éste sea un modelo de desarrollo nacional ni mucho menos progresista. Me parece que éste es un modelo de muerte.
¿Te pesa la orfandad?
-No.bueno, a veces sí. Tengo algunos padres de la vida. [Humberto] Tumini es un hombre que admiro mucho y para mí es un ejemplo. También [Isaac] "Yuyo" Rudnik (N. de R.: dos líderes de Libres del Sur). También tengo tías.
-¿Tenés diálogo con Eva, tu hermana biológica?
-No tenemos diálogo.
-¿Te sigue resultando incomprensible su posición?
-Sí, no puedo comprender que defienda a los asesinos de nuestros padres, y no creo que pueda comprenderlo jamás. Yo también fui criada por un militar, por eso sé que no existen los lavados de cabeza. Uno siempre elige para qué lado caminar, y ella eligió.
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