Entrevista: ADOLFO PEREZ ESQUIVEL

 Fuente: Diario Compromiso de Haedo
Sus orígenes y sus primeros años transcurren en Haedo. Cuéntenos esa historia.
A:
Mi madre murió cuando yo era muy pequeño, éramos cuatro hermanos, uno falleció y a mí me terminó criando mi abuela. En ese momento ella vivía en Haedo en la calle Malaver. Tenía muchos terrenos, donde había animales como chajás, cotorras, perros, gallinas, de todo. A veces pensaba que tenía una abuela loca, porque hablaba con los animales, con las plantas, que crecían que era una hermosura, era muy contemplativa, de ella aprendí a escuchar el silencio, me contaba las historias de su pueblo. Me enojo mucho cuando hablan de los salvajes en forma despreciativa, mi abuela era salvaje, era de la selva. Ahora le llaman ecologistas. Nosotros somos parte, no somos los dueños de la vida. De Haedo tengo muy buenos recuerdos. Recuerdo que estudiaba de noche y volvía muy tarde, y siempre había un perro esperándome a la hora en que llegaba, y los señaleros lo dejaban pasar, sorprendidos porque el animal sabía la hora en que llegaba mi tren. Desde la estación hasta la calle Malaver el perro siempre caminaba al lado mío. Recuerdo también el campo donde jugábamos al fútbol y andábamos a caballo. 

C:¿Cómo define el significado de los derechos humanos?


A:
Nosotros creemos que los derechos humanos son integrales, porque también se violan los DD.HH cuando se mueren los niños de hambre o cuando existen enfermedades evitables o problemas con las tierras de los pueblos originarios. Por eso trabajamos, no sólo en la recuperación de las tierras, sino también en la recuperación de las lenguas, de las identidades, los valores, las pertenencias. Esto es importante por ser culturas tan ricas, tan profundas, que no debemos perder y de las cuales nosotros somos parte. Por eso trabajamos con más de 300 jóvenes y los capacitamos en el trabajo agrícola, en el trabajo de la tierra y también en las políticas de derechos humanos en los barrios, con organizaciones populares. Muchas veces se habla de los derechos humanos desde el punto de vista individual, mientras que el derecho de los pueblos plantea otras cosas, por ejemplo, los recursos y bienes naturales como el agua, los monocultivos, la destrucción de la biodiversidad. Pero lo más peligroso son los monocultivos de las mentes, cuando se usan los agrotóxicos en los campos, también hay tóxicos en la mente, donde se van perdiendo las identidades, los valores las pertenencias. Tenemos que recuperar todo esto tan importante para nosotros, lo que son y lo que representan los pueblos originarios. Mi abuela era una india guaraní, era iletrada pero sabía.

C:¿Considera que hay derechos que se encuentran más relegados que otros?
A:
Los DD.HH son integrales, creo que hoy nos afecta mucho al derecho de los pueblos la destrucción de la biodiversidad, el agua, el medio ambiente, la pobreza, que le quiten las tierras a las comunidades indígenas, porque hay quienes en su concepción, privilegian el capital financiero sobre la vida de los pueblos. Nosotros tenemos el planeta tierra, la casa común que tenemos que cuidar, si la destruimos, ¿qué nos queda?. De esto depende el mundo que le vamos a dejar a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos. Entonces, la contaminación ambiental, la destrucción del medio ambiente, el incremento de los monocultivos para ganar más dinero, son para alimentar máquinas o chanchos y no para alimentar al ser humano. El último informe de la FAO, la Organización para la Alimentación y la Agricultura, habla de que, por día, mueren más de 35 mil niños de hambre en el mundo. ¿Cómo le llamamos a ello?. Es un genocidio económico. Entonces, cuando hablamos de los DD.HH, desde dónde hacemos un abordaje correcto. La Argentina era un país que había superado el anafalbetismo, había superado las enfermedades endémicas como el mal de Chagas, la tuberculosis, la lepra. Hoy han recrudecido, entonces ¿qué está pasando, no sólo en la Argentina sino en el mundo?
Lo que podemos hacer nosotros es generar conciencia y tratar de ver qué políticas, qué decisiones se deben tomar para tener un desarrollo integral o para restablecer el equilibro del ser humano con la madre naturaleza. Derechos Humanos es todo aquello que hace a la vida de las personas y de los pueblos. Somos diversos, somos diferentes, pero con los mismos derechos. Esto es lo que tenemos que aprender, por lo visto, nos cuesta mucho, nos cuesta darnos cuenta. Cuando vemos un chico que vive en la calle -y hoy se habla tanto de inseguridad-, ¿alguien le preguntó a ese niño cuál es su seguridad? Es tremendo, entonces es cómo nosotros empezamos a ver y a percibir la sociedad.

C: ¿Qué reflexión se puede hacer cuando se afirma que quienes cometen delitos no deben ser dignos de derechos?
A:
El estado es quien viola los derechos humanos. Ahora bien, quien roba, asesina, comete un delito, no tiene nada que ver con los derechos humanos, está cometiendo un delito, que luego será juzgado a través de las leyes, que deben ser bien aplicadas. Nosotros trabajamos en cárceles junto con la Comisión Provincial por la Memoria, y las condiciones son inhumanas, esas personas tienen derecho como seres humanos. Pero también debe haber una reparación social y jurídica por el delito cometido, que es otra cosa.

C: Qué visión tiene de las fuerzas policiales?
A:
La reforma policial pasa por la formación y también por los recursos. Las fuerzas de seguridad tienen que tener un cambio de pensamiento muy profundo. El objetivo es que sean fuerzas de prevención y seguridad social, es hermoso esto, pero con el tiempo esto se fue deformando y las convirtieron en fuerzas de represión. Lo mismo ocurre con los carceleros que torturan en las cárceles; en lugar de ayudar a los detenidos para que vuelvan a la sociedad dignamente, se los degrada totalmente. Por ejemplo los jueces, no pueden, de acuerdo con el Pacto de San José de Costa Rica, tener detenidos más de dos años a una persona sin sentencia, pero la realidad es que los tienen con prisión preventiva y sin sentencia durante más tiempo. Ahora bien, en la Argentina tenemos una muy buena legislación, pero debemos aplicarla correctamente.
“Me convoca la realidad, es la musa

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